Menos de un año después de la retirada total de las tropas extranjeras, los únicos ganadores reales en Afganistán son los productores y traficantes de drogas. Sea testigo de la última encuesta sobre el cultivo de la adormidera, realizado por lla agencia de la ONU para la lucha contra las drogas y la delincuencia.

Afghanistan, cultivo de adormidera.

En 2012 se encuestó a 154.000 hectáreas de adormidera, un aumento de la superficie cultivada en un 18% respecto a 2011. Esto significa que el 2012 es el cuarto lugar en la historia reciente de opio en Afganistán, después de 2007 (en hectáreas: 193.000), 2006 (165.000) y justo detrás del 2008 (157.000). El grueso de la producción (69%) se concentra en el sur del país, con una importante contribución de las regiones occidentales. A pesar de la fuerte caída en el valor de los cultivos (se estima que una hectárea de adormidera cultivador de hacer $ 4600, que es 57% menos de lo que hizo en 2011), el impacto económico de las exportaciones de opio y heroína /  morfina sigue siendo alta: UNODC estima que en los 2 mil millones de dólares, que representan el 10% del producto interno bruto de Afganistán.

El informe también pone de relieve una serie de consecuencias accesorios derivados del cultivo de opio.
Esto, por ejemplo: 90% de los pueblos donde se cultiva el opio no tiene una escuela para los niños, y el 75% de una escuela para niñas. El porcentaje se reduce al 61% (hombres) y 19% (chicas) de los pueblos dedicados al cultivo de la adormidera. Del mismo modo, el 71% de los pueblos que cultivan la amapola también se cultiva cannabis (marihuana), mientras que sólo el 2% de los pueblos libres de la amapola hace.

Los datos aún más sorprendente si se considera que en 2012 la actividad de erradicación y eliminación del cultivo de la amapola fue significativamente más intensa de lo que había sido en 2011. Ben 25.486 hectáreas de amapola eliminadas en 2012, 1.027 aldeas de 18 provincias. De estas hectáreas, 9000 (porcentaje casi se triplicó en comparación con 2011) se han eliminado gracias a la iniciativa de los gobernadores locales.

La única buena noticia proviene de los niveles de producción de opio, drásticamente inferiores a los de 2011. La producción total en Afganistán en 2012 debería haber detenido a 3.700 toneladas, un fuerte 36% menos que el año anterior, gracias a un rendimiento por hectárea (23,7 libras) de 47% menos que en 2011. Pero incluso en este caso hay poco que celebrar: el mérito es principalmente una enfermedad de las plantas de amapola en combinación con una temporada mal desde el punto de vista meteorológico.